martes, 15 de marzo de 2011

Francisco de Asis

El mundo no les gustó
... y ellos lo revolucionaron, o al menos trataron de cambiarlo.

1200 años más tarde, la vuelta: ¡Jesús vuelve! En ese momento se llama Jesús Bernardone. Es el hijo de un rico comerciante de lujosas telas en Asís. En Italia. Al hablar con el cielo multiplica los milagros, se hace santo y siembra el desorden en la iglesia, nadie lo podrá detener.

Hasta los 15 años Francisco es feliz, viaja con sus padres, comerciante, y recibe una sólida formación. Después de una juventud iluminada con hermosos colores, Francisco sueña con un destino extraordinario, quiere hacerse caballero. Lucha por la independencia de su ciudad, Asís, contra el emperador germano que ocupa la región, u más tarde contra el ejército del Papa.
Queda prisionero durante un año, pero se toma las cosas con mejor cara, según su cuenta, aprovecha ese tiempo para soñar sobre su futuro: "Mientras los otros caballeros se lamentan todo el día de su funesta suerte, él al contrario, se reía de sus cadenas, continuamente alegre y divertido".
-¿Tú estás loco-le decían-, cómo se te ocurre bromear así en el estado en el que estamos?
-¿Cómo queréis que esté triste-respondía- cuando sé lo que me espera, llegar a ser ídolo del mundo entero?

Una vez liberado, Francisco vuelve a su milicia, pero más tarde cae enfermo. En esa situación (puede ayudar a ello la misma fiebre), tiene la primera de sus grandes visiones de Dios que guiará el resto de su vida. Esa visión le ordena renunciar as la guerra. Francisco vuelve a su casa irreconocible. Tiene 23 años.

Apariciones o la voz de Dios oída sólo por él, protectores muy altos en la iglesia, todo favorece a Francisco. Con esta nueva orientación ha encontrado su camino. Pone sus conocimientos de albañil (perfeccionados en la guerra construyendo rampas) al servicio del cielo, mendigando piedras restaura él solo una pequeña capilla, pero como ¿il pazzo! (el loco) dilapida su fortuna y su padre le pone un pleito al que Francisco se presenta desnudo. Conmovido, el obispo le ofrece su protección, esperando que sea un santo y, por eso mismo, sea capaz de protegerse a si mismo. Como restaurar edificios pronto se le hace cansador, Francisco se decide por los fundamentos de la iglesia entera . ¿Y eso es una obra sagrada? Viendo que los cristianos ya no respetan la pobreza aconsejada por los evangelios, él va a poner de moda. Con unos cuantos compañeros, tarareando, emprende el camino para predicar la salvación del alma por medio del desprendimiento.

Un día, abre tres veces los evangelios al azar y lee uno después de otro: "Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo". Después, "No lleves nada par el camino...". Y por último, "Aquel que quiera que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo". Al verlo tan claro, Francisco aplicará estos principios a las comunidades religiosas que funda. Estas serán: la orden de los franciscanos para los hombres y la orden de las Clarisas para las mujeres, funda esta última con Clara, compañera de camino. La ventaja con Francisco es que no le gustan las jerarquías y, por tanto, hay pocos jefes en sus comunidades.

Desde ese momento ya nada lo va a detener. Hacia 1209 él gana para sus ideales al Papa Inocencio III, hasta entonces indeciso sobre la reforma de la Iglesia. Predica y se impone penitencias, siempre sostenido por Dios (que de vez en cuando le da alguna señal), y por las masas. Siendo ya un ídolo para éstas, apoyo las Cruzadas, pero defienden la paz entre el islam y la Cristianidad. Viaja a España, Marruecos, a Oriente mientras sus hermanos franciscanos se diseminan por toda Europa par explicar sus ideas, su modo de vivir. francisco nunca gozó de buena salud. tiene dolencias en los ojos, en el estomago y agotado muere a los 44 años. Entona por última vez un salmo y muere dejando 5 000 hermanos en duelo y a una iglesia huérfana.

Canonizado, declarado "Santo" en 1228, Francisco el Poverello (el pobrecito) fué enterrado en una basílica edificada nada más para él en tan sólo dos años. No sabemos lo que haya pensado de esto allá en el cielo el mensajero de la modestia, el caballero de la humildad.

Queda su vida, que ha sido embellecida y coloreada como un precioso códice: predicando el amor a la naturaleza, que es creación de Dios, hablando con los pajaritos y amansando incluso a un lobo (lo que le hace patrón de los ecologistas) obrando milagros y maravillas, abrazando y cuidando a los leprosos ...
imposible olvidar sus lecciones.

Fuente: Enciclopedia de Rebeldes ( insumisos y demás revolucionarios) por Anne Blanchard, Francisco Mizio y Serge Bloch